Sant Jordi 2018: Los libros y las rosas, los eternos protagonistas
¡Hola,
chic@s! Hoy, os traigo una entrada muy especial y que llevo escribiendo desde
2013: mi crónica de Sant Jordi. Desde 2012 acudo religiosamente cada 23 de abril
a Barcelona para perderme por sus calles llenas de libros y rosas, y este año he vuelto a coger un tren para plantarme en Plaça Catalunya y disfrutar de mi tarde
literaria.
Este
Sant Jordi ha sido muy especial (y esperado) para mí porque he podido asistir a
las firmas de mis dos escritores nacionales favoritos: Victoria Álvarez y
Alejandro Palomas. Los dos fueron muy atentos y simpatiquísimos con sus
lectores, y aunque para la firma de Alejandro casi me da un ataque por la mala
organización que había, la espera y mi enfado merecieron la pena. A
continuación, os muestro los libros que este año se vinieron conmigo y que me muero por empezar:
Silverville, de Victoria Álvarez: La
séptima novela de la escritora salmantina nos vuelve a llevar de la mano al
siglo XIX, pero en esta ocasión nos perderemos en un western protagonizado por dos
mujeres fuertes y complejas, y en el que la venganza será el eje principal de
la historia. Silverville, es mi
lectura más inmediata y tengo muchísimas ganas de empezar con ella, porque
estoy leyendo reseñas maravillosas que no hacen más que aumentar mi entusiasmo.
Victoria nunca decepciona y es una apuesta más que segura.
Un
amor y
Las dos orillas, de Alejandro
Palomas: Si Victoria es una apuesta segura, Alejandro, sin
ninguna duda, la acompaña en este lugar de honor. Cogí Las dos orillas en la biblioteca, pero
me emocionó tanto que me hice con él para que Alejandro me lo firmara. Este
enternecedor cuento nos trae de vuelta a los personajes que conocimos en Una madre y Un perro, pero en esta ocasión el protagonista es Rulfo, el perro
de Fer, y el que logrará que su compañero de viaje logre superar la muerte de
Max, el gran danés que tuvo antes de adoptarlo a él. Una historia sobre el amor
y la muerte que emocionará a todos aquellos lectores que la lean.
Sin
embargo, este no es el único libro de Alejandro que me acompañó ese día ya que
también me hice con Un amor, su
última novela, y que continúa con la saga familiar de Amalia.
La
vuelta al mundo en 72 días y otros escritos, de
Nellie Bly: Supe de este libro a través de mi amiga Laura (Little Emily) y
cuando lo vi en la librería fui corriendo a por él. Nellie Bly fue una de las
primeras y grandes periodistas de Estados Unidos y tuvo que enfrentarse a
diferentes obstáculos ya que escribió artículos que, en teoría, las mujeres no
debían o podían escribir. Este libro es una edición impresa de los escritos de
Bly y nos muestra como esta periodista demostró que las mujeres podían ser algo
más que madres y esposas. Sin duda alguna, todo un referente feminista que me
muero por conocer.
A
Secret Sisterhood: The hidden friendships of Brontë, Austen, Eliot and Woolf, de
Emily Midorikawa y Emma Claire Sweeney: Aquellos que me conocen saben que este
libro era una opción más que segura ya que reúne a mis escritoras anglosajonas de
cabecera. Siempre hemos oído hablar de las grandes amistades que surgieron
entre hombres como Shelley y Byron o Fitzgerald y Hemingway. ¿Pero y las
mujeres? Este libro nos trae las amistades femeninas de estas célebres autoras,
y además cuenta con un prólogo escrito por la mismísima Margaret Atwood, ¿se
puede pedir más?
Harriet,
de
Elizabeth Jenkins: De este libro leí una reseña hará ahora unos 3
años, y recuerdo que me marcó por la gran tragedia que había en sus páginas. Sin embargo, y no sé por qué, con el tiempo
lo olvidé, pero el lunes lo vi en una de las paradas de Alba y fui directa hacia
él. Harriet nos cuenta una historia
real que estremeció a la época victoriana y que es conocida como el misterio de Penge. Todo empieza
siendo la típica historia de un cazarrecompensas que quiere casarse con una
mujer adinerada, pero esta trama dará paso a una historia de horror, y me han
advertido que es una lectura muy dura, pero merece mucho la pena porque es una
pequeña obra maestra.
Estas han sido mis adquisiciones de este año, pero no solo me traje a casa estos libros sino que también me hice con una bolsa de Charlotte Brontë. Nada más verla me enamoré de ella, pero estaba tan emocionada con todos los libros que había a mi alrededor, que salí de la librería sin ella. Cuando me di cuenta ya estaba en plena calle pero tras pensarlo durante unos minutos di media vuelta y volví a por ella, porque sé que si no lo hacía me iba a arrepentir, y mucho. No podía irme a casa sin una bolsa de la autora de Jane Eyre, mi novela favorita. ¡Es preciosa y no puedo dejar de mirarla! Seguro que no será la última.
Fue un Sant Jordi genial y ahora, como siempre digo, toca esperar el siguiente. ¿Y vosotros? ¿Cómo pasasteis el 23 de abril? ¡Quiero saber si cayó algún que otro libro! ¡Espero vuestros comentarios!
¡Hasta la próxima!
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