Pepe Rubianes: Os presento la historia de un hombre libre
¡Hola a tod@s! Siempre que me pongo a escribir
no hay nada que me cueste más que empezar. No me refiero a que me de pereza
ponerme delante de una hoja de papel o de la pantalla del ordenador. Lo que
quiero decir, es que las primeras palabras de cualquier historia que quieras
contar tienen que tener fuerza, garra o picardía para que el lector se sienta
atraído por esa historia que quieres compartir con él y, por lo tanto, una
tiene que esforzarse al máximo. Hay mucha gente que se obsesiona con como
empezar una historia y yo soy una de ellas. No obstante, no soy la única. Hoy
os voy a hablar de un hombre al que también le pasaba lo mismo. Nunca sabía
como empezar su espectáculo. Probaba con diferentes introducciones pero algunas
le parecían prepotentes, mientras otras eran pelotas y cursis. Incluso lo hacía
en inglés para darle un poco de nivel pero tampoco le convencía. ¿Qué hizo al
final? Pues presentar su espectáculo en diferentes idiomas: inglés, italiano,
alemán, catalán, castellano, portugués y ruso. Y a quien no le guste… pues es lo
que hay. Todo esto lo contaba con mucho humor, en forma de gag, y la gente se
partía de risa. El hombre al que tanto le obsesionaba el comienzo de su
espectáculo era el actor galaico-catalán (como a él le gustaba llamarse) Pepe
Rubianes. Desgraciadamente, hablo en pasado porque Pepe Rubianes nos dejó un 1
de marzo del 2009 y, para las personas que seguíamos su carrera, ha dejado un
hueco bastante importante. También me parece muy triste que algunos sólo le recuerden por unas desafortunadas
declaraciones que hizo acerca de la unidad de España. Que conste que en esta
entrada no quiero meterme en nada que esté relacionado con la política porque
es algo que no me interesa. Sin embargo, muchos malinterpretaron sus palabras. Pepe lo dijo en muchas ocasiones, él no se metió con la España progresista sino
con la España facha, ésa que mató a Federico García Lorca (cómo él
siempre la llamaba). Pero para los que conocíamos la carrera de este magnífico
actor, estas declaraciones no tienen ninguna importancia.
Hace dos semanas, emitieron por televisión su
espectáculo Rubianes, solamente. Es un monólogo de casi dos horas en las
que el actor nos hacía un repaso de su vida y, de paso, nos hablaba de la
actualidad de entonces y de algunos de los personajes que formaban parte de
ésta. Es un espectáculo que he visto muchísimas veces y me lo sé de memoria.
Sin embargo, me río como la primera vez. Es verdad que su vocabulario es en
ocasiones vulgar y soez, bueno para que nos vamos a engañar lo es la mayoría de las veces, pero decía
verdades como puños.
Hace
un par de años, leí dos libros sobre este actor: Rubianes 100x100: la historia de
un hombre libre y Me’n vaig (Me voy). Cuando hace dos
semanas terminé de ver su espectáculo, decidí dedicarle una entrada en mi blog
ya que esos dos libros que me leí me parecieron muy interesantes. En Rubianes
100x100: la historia de un hombre libre, viajamos a través de su vida,
desde que llegó de Galicia, su tierra natal, a Barcelona cuando apenas era un niño, hasta que se
convierte en el artista que todo el mundo conoce. También habla de temas como
el amor, el sexo, la pareja, sus amigos, el teatro, la vida, la muerte y sus
viajes. ¡Sus viajes! Estos últimos eran el tema favorito de Rubianes y se nota.
Él siempre fue un apasionado de los viajes, pero lo que más me gusta es que
para él los viajes no estaban hechos para el disfrute sino que eran una herramienta
de conocimiento. Estuvo en África, Egipto, Cuba… lugares que no están tan “desarrollados”
como el resto pero gracias a Pepe se puede ver que no es así. Él siempre decía
que todos estos lugares sabían vivir la vida con una gran sonrisa en la boca a
pesar de las dificultades. Una filosofía que muchos tendrían que adoptar. Cuando regresaba a casa, las caras de las personas que veía por la
calle eran de una amargura total. ¡Pero si lo tenemos todo! Pues parece ser que
no. El título de este libro me parece muy apropiado ya que él era un hombre
libre. No estaba casado, no tenía hijos, no pagaba hipoteca, no tenía ni
permiso de conducir. Él no se ataba con nada ni con nadie. No respetaba las
normas que la sociedad imponía y de las que muchos eran esclavos. Él siempre defendió
la libertad, especialmente la individual, y aunque a veces le miraban raro,
esto a él no le importaba. Él trabajaba solo en el teatro ya que no quería que
nadie le mandase. Trabajaba unos meses y después, ¡a viajar! Era libre como un
pájaro y no tenía que dar explicaciones a nadie. Cuando leía estas páginas, de
verdad, mi admiración por este hombre crecía ya que cada uno es libre de hacer
lo que le de la gana. Haz lo que te haga feliz. ¡Qué verdad más grande!
El
otro libro, Me’n vaig, está escrito después de sus declaraciones y se
realizó en Addis Abeba, como es normal Pepe estaba de viaje. En él se vuelve a
hacer un repaso de su vida, sus viajes y sobre la polémica de sus
declaraciones. Sobre ésta última, es muy interesante todo lo que se cuenta.
Cómo he dicho antes, Rubianes no se metió con la España moderna, sino con la
España de la represión y la de los fachas. Estos individuos eran el objetivo número
uno de sus críticas en su espectáculo. No los podía ni ver. Pepe Rubianes era
un hombre políticamente incorrecto. No se callaba nada. Muchos le criticaban
pero otros le admiraban porque decía lo que mucha gente pensaba. He decidido no
poner fragmentos de estos dos libros porque los tenéis que leer vosotros ya que son muy interesantes y no quiero desvelar nada. Yo me
los leí en un día. Son muy cortitos y en ellos encontraréis de todo; momentos
de reflexión y de humor. ¿Quién no recuerda a Rubianes sin una sonrisa? Bueno,
creo que esto no está bien dicho. ¿Quién no recuerda a Rubianes sin una
carcajada? Esto está mejor. No sé si habéis visto su espectáculo Rubianes,
solamente. Si no es así, lo podéis encontrar en youtube. Las risas
están aseguradas. En él, nos cuenta su vida de forma desternillante. Todas son experiencias
verídicas pero algunas rozan el surrealismo puro y duro. Pepe era un cuentacuentos.
La historia sobre su abuela, la del ojo de cristal y la del tranvía, es para
partirse de risa. Eso sí, si esta abuela es la misma que aparece en uno de los libros…
¡pobrecita! Sin mencionar a otros antepasados que también tienen tela. Después
hace un repaso de la política, el trabajo, el futbol, el matrimonio, los curas, la
monarquía… ¡Incluso hay un apartado divertidísimo dedicado al espectador! ¡Nadie se libra! Se
ríe de todo y de todos pero con grandes verdades. Ésas que nosotros no nos
atrevemos a decir. Su espectáculo estuvo muchísimos años en cartel y con las
localizaciones siempre agotadas. La gente repetía y se lo pasaba tan bien como
la primera vez. Se bajó el telón cuando enfermó debido a un cáncer de pulmón.
Solía representar esta pieza en el Club Capitol, que está situado en Las Ramblas de Barcelona. A
veces, cuando paseo por esa zona, me asomo un poco para ver la sala que le
dedicaron. Ésa era la sala en la representaba su espectáculo. Desde luego, un
gran homenaje para un hombre muy especial e irrepetible.
Pepe
hacía un repaso de la actualidad con el humor que le caracteriza y muchas veces
pienso que si hubiera visto todo lo que está pasando hoy en día, se habría
puesto las botas. Todos los políticos, bancos, la Pantoja, Urdangarín y conpañía habrían recibido lo suyo. Pero
por desgracia, Pepe ya no nos puede deleitar con sus palabras. Muchos dicen que
se fue en el momento que más lo necesitábamos. Él nos hacia reír y nos olvidábamos
de los problemas. Sin embargo, se fue hace cuatro años. Sin dar explicaciones,
el siempre iba “a su bola”. No quiero ni pensar la que tiene que estar liando
ahí abajo porque a él esto de ir al cielo no le hacía mucha gracia. Pero fuera
bromas, estos dos libros nos muestran al Pepe que todos conocemos pero también hay
otro lado más profundo. He disfrutado muchísimo y me he dado cuenta de que la
vida son dos días y un@ tiene que vivirlos como desee, como hacia Pepe.
El
señor Pepe Rubianes nos representaba a todos un poco. Hablaba por nosotros. Para acabar,
hay una frase que decían sobre este artista y que ahora entiendo: Rubianes
somos todos.
¡Hasta
la próxima!
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